viernes, 18 de marzo de 2011

Apoyemos la libertad del pueblo y no la del dictador


Las revueltas siguen atormentando el mundo árabe y países como Libia, Egipto o Túnez siguen en la tormenta revolucionaria. Los ciudadanos no son más que personas que luchan por sus derechos y no quieren permitir una violación de sus derechos elementales, los derechos humanos.

El pueblo llora por la pérdida de centenares de inocentes que han luchado por su libertad, sin embargo, sus muertes no han sido en vano ya que poco a poco, van consiguiendo sus propósitos.

Es imperdonable que sigamos mirando todas estas revoluciones y quedarnos de brazos cruzados. Ayudemos a África del Norte a salir de la dictadura y apoyemos la libertad del pueblo y no la del dictador.


"Nacemos libres y vivimos libres. Os pido que aguantéis hasta la victoria"

Jaled al Marakbi

3 comentarios:

  1. Es cierto: en situaciones como la que está padeciendo Libia, tenemos que tener todos una postura ética y manifestarla, no podemos quedarnos de brazos cruzados, y, si no tenemos más poder que el de nuestras propias palabras, pues entonces, hablemos; denunciemos; y en la medida de lo posible, algo habremos hecho en nuestro entorno. El silencio, en este caso, solo es cómplice de la barbarie

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  2. Hola, me llamo Ignacio Castro y pronto estaré con vosotros en Andorra para hablar sobre "el compromiso". Creo que la inmolación de aquel pobre hombre en Túnez ha abiero un proceso en el mundo musulmán de consecuencias imprevisibles. Me llamó la atención, en el caso de Túnez y Egipto, el comportamiento ejemplar de la población y la limpieza de un proceso demcrático que se consumó con un número relativamente bajo de víctimas. También me pareció llamativa la tardía reacción de Occidente, sobre todo Europa, a la hora de apoyar aquellos procesos democráticos contra regímenes que, en parte, nosotros manteníamos. Me alegra mucho que esa pasividad haya sido por fin dejada de lado, con un poco de retraso, en el caso de Libia. El uso de las armas no es un plato de buen gusto, pero creo que en este caso está plenamente justificado. El régimen del señor Gadafi es uno de los fenómenos más despóticos al que hemos asistido en las últimas décadas. Espero que todo termine pronto y con el menor sufrimiento posible para la población civil. Deseo lo mejor a esos pueblos del mundo árabe que tantos años han sufrido la injusticia, ejecutada desde distintos poderes prpios y ajenos. Hasta pronto

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  3. Completamente de acuerdo María. Desde luego se puede decir más alto pero no más claro. El problema, nuestro problema como europeos, es que nos hemos hecho demasiado cómodos y casi siempre nos limitamos a seguir el mundo con sus innumerables desgracias, sus clamorosas violaciones de los derechos humanos, sus injusticias...desde la comodidad de nuestro salón. Por televisión, por internet pero sin implicarnos en la necesaria solidaridad con los más desfavorecidos del Planeta Tierra. El norte de África y en general el mundo árabe parece que empieza a despertar de su largo letargo en el medievo y aunque de forma desigual, en muchos de estos países sus pueblos se arman de valor y salen a las calles demandando más democracia y menos corrupción, ¡Poder vivir un poquito mejor! No parece mucho pedir. En Túnez o Egipto el primer paso está ya dado, en Libia, el sátrapa Gaddafi se resiste y se resistirá a ceder el poder a su pueblo. Décadas de ejercer el poder absoluto, con Libia convertida en su cortijo privado, hacen dificil que el dictador de vaya y abra una puerta a la esperanza. Lo más triste es que solo la voluntad enfermiza de mantenerse en el poder les permite a toda una ristra de dictadores y dictadorzuelos seguir aplastando a sus respectivos pueblos. ¿Que hacer? Pues hay cosas que tenemos a nuestro alcance y este blog es una de ellas. Defender el libro segrado de la Declaración Universal de los Derechos Humanos es algo urgente para cientos de millones de seres humanos que no tienen la fortuna de vivir en nuestro primer mundo. Enhorabuena por vuestro blog y parafraseando a un gran maestro de la literatura universal (en gallego y español) Don Álvaro Cunqueiro... ¡Mil primaveras máis para Derechos Humanos Andorra!

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